La fuerza esta en los seres queridos.
Habia intentado casi todo par dejar de fumar
no lo conseguia hasta que el dia que su hija
de seis años se le acercó llorando: ¡"Papá,
por favor no te mate!...¡Quiero que estes
aqui cuando me case!. No hubo manera
de convencerla de que el tabaco
no le mataria. Tiró el paquete de
cigarrillos y ya no ha vuelto a fumar.
A veces, tu propio dolor no es suficiente
para inspirar un cambio, pero el dolor
de tus seres queridos puede darte
un gran impulso.
Si has intentado camiar sin éxito,
probablemente te faltara impulso.
Hasta que no llegues a un punto en
que el cambio sea absolutamente
necesario, seguirás aplazandolo.
Cuando sipspones de razones
consistentes - del impulso adecuado-
tienes fuerzas para actuar.
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